Descripción
Bii es una empresa social que lucha contra el desperdicio de alimentos y la inseguridad alimentaria aprovechando el reciclaje de los excedentes alimentarios. Lo hace a través de cinco acciones clave:
- Compartir alimentos: Distribución de productos no vendidos a organizaciones benéficas que atienden a infancia y jóvenes en dificultad social a través de una cadena de distribución colaborativa y sin emisiones de CO2.
- Mercado de alimentos: Una aplicación móvil que permite al sector alimentario vender excedentes de alimentos a precios bajos a consumidores que buscan ofertas más económicas para su mejora de calidad de vida.
- Consultoría: Servicio de diagnóstico a medida para la industria alimentaria a lo largo de toda la cadena de suministro con el objetivo de evitar pérdidas y desperdicios.
- Procesado de alimentos: Transformación de excedentes en productos de valor añadido, creando oportunidades económicas para las mujeres como parte de la economía circular.
- Sensibilización alimentaria: Sensibilización, formación y promoción sobre el desperdicio de alimentos, la cocina de residuo cero y la nutrición en escuelas, ONGs y el público en general, incluyendo la incidencia de elaboración de leyes contra el desperdicio de alimentos.
Contexto
A nivel mundial:
De 2021 a 2022, la inseguridad alimentaria y el hambre en el mundo se mantuvieron prácticamente sin cambios, pero significativamente más altos que los niveles anteriores a COVID-19. En 2022, el 29,6% de la población mundial (2.400 millones de personas) sufría inseguridad alimentaria moderada o grave, y alrededor de 900 millones (11,3%) se enfrentaban a una inseguridad alimentaria grave. Alrededor de 735 millones de personas (9,2% de la población mundial) pasarán hambre en 2022, frente al 7,9% en 2019. La inseguridad alimentaria afecta de manera desproporcionada a las mujeres, aunque la brecha de género se ha reducido del 3,8% en 2021 al 2,4% en 2022. Además, uno de cada cinco niños menores de cinco años tiene un desarrollo insuficiente debido a la falta de alimentos.
Al mismo tiempo, alrededor de un tercio de la producción mundial de alimentos se desperdicia (17%) o se pierde (14%) a lo largo de la cadena de suministro, un fenómeno conocido como la «paradoja del desperdicio de alimentos». Sólo una cuarta parte de estos alimentos desperdiciados podría acabar con el hambre, mientras que el resto podría mejorar el acceso a dietas más sanas, dado que la mayor parte de los alimentos se pierden en las explotaciones agrícolas. La pérdida y el desperdicio de alimentos también son responsables del 8-10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático, que tiene un impacto negativo en los sistemas alimentarios al reducir el rendimiento de las cosechas, disminuir la calidad nutricional y perturbar las cadenas de suministro.Para luchar contra el hambre y mejorar la seguridad alimentaria, es esencial reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos innovando en las cadenas de suministro y mejorando los canales de redistribución de alimentos.
África subsahariana:
La inseguridad alimentaria mundial está teniendo un impacto considerable en África. Los recursos limitados, la distribución ineficaz y la falta de coordinación agravan la inseguridad alimentaria y afectan a las poblaciones vulnerables. A pesar de los avances en Asia y América Latina, el hambre sigue aumentando en todas las subregiones de África. Se calcula que en 2022 habrá en África 868 millones de personas con inseguridad alimentaria moderada o grave, de las cuales 342 millones padecerán inseguridad alimentaria grave. La prevalencia de la subnutrición en África aumentó del 19,4% en 2021 al 19,7% en 2022, afectando a 11 millones de personas más.
La guerra en Ucrania ha aumentado aún más los precios de los alimentos en todo el mundo, incluida África, sin un aumento correspondiente de los ingresos, lo que se traduce en dietas más pobres y un aumento del hambre. Además, África está experimentando un rápido crecimiento de la población y la urbanización, y se espera que el 70% de la población viva en ciudades en 2050. Esto plantea retos para los sistemas agroalimentarios, que deben garantizar el acceso a dietas asequibles y saludables.
El contexto marfileño en particular:
Aunque el crecimiento de los sectores de servicios e industrial ha contribuido a reducir la pobreza, el aumento de los precios de los alimentos ha anulado los beneficios del crecimiento económico. Actualmente, el 11,4% de la población vive por debajo del umbral internacional de pobreza y el 39,5% se considera pobre según las normas nacionales. Unos 3,1 millones de personas (10,1%) pasan hambre, de las cuales el 4,4% están desnutridas, el 23% de los niños sufren retraso del crecimiento y el 12,8% tienen un peso inferior al normal. Costa de Marfil tiene una población joven y en crecimiento, con un 75,6% de menores de 35 años y una tasa de crecimiento demográfico del 2,9% anual. La edificación de algunas zonas está cambiando los hábitos de consumo, con más personas que consumen alimentos procesados en supermercados y restaurantes.
Detalles técnicos y operativos
En la actualidad, Bii se está implantando en Madagascar y Costa de Marfil, con un impacto positivo cada día. La actividad de transformación de alimentos solo está en marcha en Madagascar y la actividad de mercado de alimentos es una nueva actividad que se pondrá en marcha en Costa de Marfil como mercado piloto. Las demás actividades se están llevando a cabo en ambos países. Estas tres actividades también estaban en marcha en Marruecos de 2020 a 2023, pero tuvieron que interrumpirse por falta de recursos financieros y humanos.
La ambición de Bii es convertirse en la solución panafricana para combatir eficazmente la pérdida y el desperdicio de alimentos, y transformar un problema en una oportunidad para crear empleos verdes.
Cada actividad tiene un funcionamiento diferente:
Reparto de alimentos :
La actividad se basa en una cadena de redistribución de alimentos, utilizando únicamente los recursos existentes. Los alimentos se recogen, transportan, preparan y comparten sin coste adicional:
- Recogida: El personal del Donante de Alimentos recoge los alimentos sobrantes y los deposita en cajas reutilizables en lugar de tirarlos.
- Transporte: Sus socios transportistas recogen y entregan los alimentos al Receptor de Alimentos cercano, utilizando sus rutas de transporte diarias y el espacio libre de sus vehículos, ¡sin generar costes adicionales ni CO2! En Abiyán, su socio logístico es Glovo. Gracias a su compromiso de RSC, entregan las donaciones gratuitamente. Utilizan su plataforma B2B y sólo tienen que pedir un conductor de reparto cuando es necesario. Todas sus emisiones de CO2 se compensan por un transporte neutro en carbono.
- Consumo: El equipo de Recepción de Alimentos prepara los alimentos recibidos utilizando la infraestructura de cocina existente para servir una deliciosa comida gratuita a los niños.
Todo ello teniendo en cuenta los requisitos de seguridad alimentaria y protegiendo legalmente a todas las partes implicadas en la cadena de suministro de alimentos.
a) Seguridad e higiene alimentaria:
Bii se compromete a mantener las operaciones de redistribución de alimentos libres de riesgos prestando la debida atención a todos los aspectos relacionados con la higiene y la seguridad alimentaria:
- Evalúa y selecciona cuidadosamente a los posibles donantes y receptores de alimentos para asegurarse de que cumplen todos los requisitos de seguridad alimentaria.
- Acompaña a los Donantes y Receptores en el establecimiento de la cadena de distribución para garantizar que todo se hace respetando la higiene alimentaria.
- Apoya a los Donantes y Receptores de Alimentos proporcionándoles materiales de comunicación para difundir la seguridad alimentaria.
b) Protección jurídica:
Bii ha desarrollado un marco jurídico que protege a todas las partes implicadas en la cadena de suministro de la donación de alimentos (donante de alimentos, transportista de alimentos, receptor de alimentos y voluntarios). Los documentos legales de Bii han sido revisados nacional e internacionalmente por expertos jurídicos y se corresponden al 100% con las necesidades locales y las de nuestros socios. Bii garantiza que no puedan surgir riesgos jurídicos de las donaciones de alimento.
Mercado de alimentos:
Bii está construyendo actualmente una plataforma que tiene varias interfaces: una aplicación B2C para los consumidores, un acceso al panel de administración para las empresas alimentarias, una aplicación web de operaciones para las empresas alimentarias, un acceso al panel de administración para el equipo de Bii.
En cuanto a la actividad de Food Sharing, Bii ha desarrollado un completo conjunto de herramientas legales que garantizan también que todo lo que no se ha vendido a tiempo (1 día antes de la fecha de caducidad) se dona a la asociación de Bii y se redistribuye entre los niños gracias a la actividad de Food Sharing.
Consultoría alimentaria:
Bii ha desarrollado un marco y una metodología de consultoría especiales para hoteles, que comienzan con una fase inicial de diagnóstico mediante una auditoría para crear datos de referencia, pasando por la propuesta de diferentes soluciones hasta la aplicación de un plan de acción y el seguimiento.
Transformación de alimentos:
Bii recupera los excedentes de judías verdes mediante un transporte con cero emisiones de carbono desde el cliente. Las mujeres las clasifican, las transforman en diferentes productos de valor añadido y las envían a los puntos de venta locales. Todo se documenta mediante procedimientos operativos estándar.
Despliegue e impacto
Compartir alimentos (desde 2020)
Se ha evitado el desperdicio de 100 toneladas de alimentos, lo que ha permitido distribuir 400 000 comidas a más de 10 000 niños necesitados en Costa de Marfil, Madagascar y Marruecos. Al mismo tiempo, se han evitado 190 toneladas de emisiones de CO2
Mercado de alimentos:
Bii sigue en fase de desarrollo y prevé lanzar el mercado de excedentes en 2024 en Costa de Marfil como país piloto.
Consultoría alimentaria:
Los clientes de Bii han sido principalmente hoteles para esta actividad, como Ibis (Grupo Accor), Azalai, grupo Bacelo, etc. Bii ayudó a estos hoteles de tres países a reducir el desperdicio de alimentos, en primer lugar, pero también a canalizar los excedentes de alimentos hacia los niños a través de su actividad de reparto de alimentos. Además, Bii les ayudó a conocer por primera vez desde dentro cuántos productos y de qué tipo quedan en un bufé.
Transformación alimentaria:
Bii seleccionó y formó a 12 mujeres durante 7 meses en procesamiento de alimentos, espíritu empresarial y liderazgo femenino. Bii acondicionó un taller con material de procesamiento, paneles solares y un horno solar híbrido para secar frutas y verduras. Bii realizó un estudio de mercado con clientes potenciales y puntos de venta para encontrar el encaje perfecto entre un producto sabroso, que se ajuste al presupuesto del cliente, sea nutritivo y encaje en el segmento de alimentos de los supermercados. En colaboración con laboratorios alimentarios y un chef de renombre, Bii desarrolló 5 productos de valor añadido a partir de judías verdes que, de otro modo, se perderían por no tener la forma y el color adecuados para ser exportadas de Madagascar a Europa.
Concienciación alimentaria:
Bii organizó talleres sobre residuos cero en la cocina, llevó a cabo campañas de sensibilización en universidades, escuelas y ONG, así como en línea y durante eventos, y ha aparecido en diversos medios de comunicación en línea, desde reportajes hasta podcasts y artículos.
En total, se ha llegado a unas 20 000 personas.