Anne Meaux, Responsable de Innovación Social en PLAY International, comparte su visión sobre cómo PLAY utiliza el deporte para promover la educación, la inclusión y el bienestar. Destaca el enfoque innovador de la organización a través de la creación de juegos deportivos educativos, la mejora continua de sus métodos y el establecimiento de Playlab, un espacio dedicado a la co-creación y al abordaje de desafíos sociales como el desarrollo infantil, la salud y la inclusión de refugiados.
¿De qué manera cree que el deporte puede impulsar el cambio social y cómo ha aprovechado PLAY International el deporte para crear impactos positivos en las comunidades a las que sirve? ¿Puede darnos ejemplos concretos?
PLAY International utiliza el deporte como herramienta para promover la educación, la inclusión y el bienestar de niños, niñas y jóvenes de todo el mundo. Estamos convencidos de que el deporte tiene un gran potencial educativo, si se diseña como tal. Las actividades deportivas pueden ser una fuerza unificadora, trascender las diferencias y unirnos.
El modelo de PLAY consiste en crear conjuntamente juegos deportivos que satisfagan las necesidades de los niños y de quienes trabajan con ellos. Estos juegos son recreativos, educativos y activos.
La ventaja de los juegos deportivos es que son divertidos, y los niños y niñas se meten en ellos espontáneamente y con motivación. Pero estas actividades también tienen un gran potencial educativo, porque implicán a todos los participantes en un tema (¡en un juego, todos tienen que participar y tienen su papel que desempeñar!), hacen que se muevan para pensar y, sobre todo, a través de la situación de juego, los niños experimentarán situaciones de injusticia, frustración, errores y aciertos, a partir de las cuales -con la orientación de una persona dinamizadora- podrán establecer vínculos con su vida cotidiana. Por ejemplo, hemos creado varios juegos sobre la inclusión de los niños y niñas con discapacidad. El objetivo era doble: crear juegos que sensibilizaran a los niños sin discapacidad sobre la discapacidad, la accesibilidad y la inclusión (¿qué se siente al estar en una situación de injusticia porque tengo una limitación de movilidad? ¿Cómo podemos remediar esta situación cambiando las reglas colectivamente?); y, crear juegos que permitieran a todos los niños, con situaciones de discapacidad o no, jugar juntos.
Tras la cocreación de juegos, nuestro objetivo es formar a profesores, educadores, entrenadores deportivos, etc., en los contenidos creados y en el uso del deporte como palanca de educación y desarrollo.
Este es especialmente el caso de nuestros juegos que promueven la inclusión de niños con discapacidad. Últimamente, hemos impartido varios cursos de formación específicos en nuestro programa sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Este contenido se basa en el trabajo de tesis de un estudiante de doctorado que pasó 3 años en PLAY trabajando en este proyecto (en colaboración con los laboratorios LP3C y VIP2 de la Universidad de Rennes). Como resultado de esta investigación-acción, pudimos ofrecer un kit educativo completo para desarrollar las habilidades sociales de niños con TEA y niños neurotípicos. Antes de la formación, los educadores con los que intercambiamos opiniones nos contaron lo difícil que era poner en marcha este tipo de actividades, debido a la falta de conocimientos, herramientas y apoyo. A través de nuestros cursos de formación, pretendemos dar respuesta a estos obstáculos, para permitir el acceso al deporte educativo e inclusivo para todos.
PLAY International dice que la innovación social es un deporte colectivo, y con la pedagogía es su primer medio de acción. ¿Cómo integra PLAY International la innovación en sus iniciativas deportivas? ¿Puede dar ejemplos de cómo el deporte innovaciones han ayudado a afrontar retos sociales o educativos en las comunidades con las que trabaja?
En PLAY, adoptamos un enfoque iterativo y de mejora continua en cada fase de nuestros proyectos, con el fin de responder con la mayor eficacia posible a las necesidades sobre el terreno y proponer soluciones lo más pertinentes e impactantes posibles.
En primer lugar, en lo que respecta a los juegos que creamos, creemos que los juegos deportivos son una herramienta poderosa, pero que necesita una reflexión previa para ser eficaz. Como he mencionado antes, nuestro objetivo es poner a los niños en una situación en la que puedan jugar y luego, modificando las reglas e introduciendo diferentes conceptos, hacerles reflexionar sobre cuestiones sociales. El objetivo es que los conocimientos que aprendan los niños «salgan de ellos», lo que tendrá un impacto mucho mayor: transformar la experiencia en aprendizaje.
Así, tras la creación de PLAYdagogy en 2012, seguida de actividades sociodeportivas para desarrollar habilidades psicosociales, y juegos 100% cooperativos para salir del marco competitivo al que están acostumbrados los niños, en los últimos años hemos desarrollado una nueva metodología para reforzar conocimientos fundamentales a través de juegos deportivos. El objetivo es dar a los profesores nuevas herramientas para que las matemáticas, la lectura y la escritura puedan practicarse también en el patio. Por ejemplo, a través de juegos en grupo y estrategias de cálculo en equipo, los niños pueden utilizar el juego para reinvertir lo aprendido en clase sobre la construcción de los números y el cálculo. Estas nuevas herramientas son muy bien recibidas por los profesores de primaria (con niños de 6 a 10 años), que han visto cómo los niveles de sus hijos han ido bajando a lo largo de los años y, en particular, cómo la brecha se ensanchaba en el caso de los niños con mayores dificultades, para los que mantener la concentración en clase puede resultar difícil. Para estos niños, utilizar el movimiento y el juego es una forma muy pertinente de mantenerlos conectados con las competencias escolares.
PLAY siempre ha innovado pedagógicamente para crear nuevas palancas de cambio dentro de los juegos que respondan mejor a las necesidades de los niños y a las problemáticas locales. De este modo, los juegos creados y puestos en marcha en Burundi serán diferentes de los creados en las Comoras o en Kosovo.
Luego, además de los juegos, adaptamos nuestros modelos de despliegue a las necesidades y limitaciones del terreno. Como organización de formación, adaptar nuestras intervenciones es esencial para asegurarnos de que estamos dando las claves adecuadas a las personas a las que formamos.
La innovación social también significa partir de iniciativas locales innovadoras y ayudarlas a crecer y desarrollarse, para que a largo plazo lleguen a más niños y tengan un mayor impacto. PLAY está convencido de la importancia de desarrollar la capacidad de los actores locales, y en los últimos años ha decidido ir un paso más allá ofreciendo programas de Incubadora para organizaciones educativas y deportivas. Este enfoque de incubación, que comenzó en 2018 con el Playlab y ha continuado con una Incubadora de 3 años en África Occidental, y ha dado lugar a muchos otros proyectos, ha permitido fortalecer globalmente las estructuras locales para que ganen en impacto, estabilidad y sostenibilidad.
Por último, innovar también significa analizar cuestiones emergentes, problemas que aún no se han abordado o para los que las respuestas aún no son satisfactorias. Por eso PLAY decidió en 2017 crear Playlab, el laboratorio de innovación social de la ONG y, más ampliamente, del sector Deporte-Desarrollo.
¿Cómo facilita el Playlab la cocreación, el intercambio y el apoyo para abordar cuestiones como el desarrollo infantil, la salud, el empleo y las crisis humanitarias? ¿Puede compartir ejemplos concretos de las innovaciones y proyectos que han surgido de esta iniciativa?
El Playlab abrió sus puertas en 2017 con el objetivo de promover y fomentar la innovación en y a través del deporte. El Playlab tiene, por tanto, un doble objetivo:
- Fomentar la aparición y el desarrollo de iniciativas locales
- Desarrollar nuevas soluciones, con y para los agentes sobre el terreno, en respuesta a los problemas de la sociedad.
El Playlab pretende actuar como catalizador de las necesidades sobre el terreno, manteniendo un diálogo permanente con las misiones sobre el terreno y los socios locales para identificar las necesidades de cada uno e identificar posibles cuestiones transversales. Playlab también pretende estar abierto a las partes interesadas externas, y a través de su participación en numerosas redes de educación y desarrollo deportivo, identificará las necesidades o iniciativas emergentes en el sector.
Para llevar a cabo sus misiones de la forma más eficaz posible y fomentar la inteligencia colectiva, Playlab dispone de varias palancas: trabajar con laboratorios de investigación en proyectos conjuntos (como la acogida de estudiantes de doctorado para que se unan a Play, como he mencionado anteriormente); crear oportunidades de intercambio con ecosistemas de partes interesadas (a través de grupos de trabajo, talleres, eventos, etc.); promoción a escala nacional e internacional; apoyo global e interdisciplinar a las misiones de Play sobre el desarrollo de la innovación o sobre diversos temas.
Además del objetivo de Playlab de ser un grupo de reflexión común para las personas implicadas en el deporte y la educación, también desarrollamos y pilotamos proyectos innovadores -ya sea en cuanto a sus temas, audiencias o modelos- para desarrollar nuestras habilidades y experiencia en cuestiones sociales emergentes. Este enfoque se refleja en nuestros programas para exiliados, un tema en el que Playlab lleva trabajando desde 2018. Comenzamos con una Incubadora, mencionada anteriormente, para apoyar a las organizaciones en la acogida de personas exiliadas en sus estructuras.
A partir de esta experiencia, nos dimos cuenta de la falta de herramientas a disposición de los educadores sobre el terreno y decidimos proseguir nuestras acciones creando conjuntamente juegos educativos y deportivos para familias, niños y menores no acompañados (adolescentes). El objetivo era proporcionar herramientas a los profesionales sobre el terreno que trabajan a diario con niños y jóvenes exiliados.
Estos sólidos cimientos nos han permitido diversificar las respuestas que hemos ofrecido en los últimos años. De hecho, la cuestión de la inclusión de los niños refugiados es global y debe abordarse de forma holística, por lo que a lo largo de los años hemos creado respuestas dirigidas a:
● Trabajadores sociales, para desarrollar las competencias psicosociales de los jóvenes a través de actividades deportivas, y dar acceso al deporte a los exiliados, a través del copilotaje del programa Terrains d’Avenir en Île-de-France (apoyado por la Fundación Refugio Olímpico).
● Profesores, para fomentar la diversidad y la inclusión en las clases de los recién llegados, especialmente a través de nuestro proyecto TTS (Together Through Sport), para la inclusión de los niños ucranianos refugiados en Polonia y Rumanía.
● Clubes deportivos, para que todos los jóvenes tengan acceso a su club deportivo local, a través del proyecto REPLAY que lanzamos en Italia.
Nuestro objetivo es ir más allá y ofrecer soluciones a los jóvenes que más lo necesitan, sobre todo en términos de apoyo psicosocial a través de la actividad deportiva.