Construir un pueblo de solidaridad en tiempos de crisis

Bihucourt es una comunidad rural con una población de 800 personas, la cual fue destruída al 50% por un tornado el 23 de octubre de 2022. Una hora después de que el tornado pasara, la Cruz Roja Pas-de-Calais llegó al poblado para evaluar los daños e instaló el Centro de Acogida (CAI) en el hall del ayuntamiento. Rápidamente, la afluencia masiva de residentes y la falta de espacio les obligó a desplazarse y acampar en un terreno baldío frente al ayuntamiento, sin electricidad ni internet.

Algunas casas ya no tenían suelo, otras estaban destruidas y los bomberos prohibieron la entrada a la vivienda. Los residentes se dirigieron a la Cruz Roja para pedir zapatos, ropa, pañales, etc. Las entregas se hicieron directamente desde las unidades locales más cercanas.

La petición de los vecinos se transmitió a los vestuarios de los locales de los alrededores. Los voluntarios decidieron entonces venir e instalar in situ un vestuario para adultos y otro para niños. Se levantaron dos tiendas para guardar los percheros, una para almacenaje y una cuarta tienda dedicada a la alimentación (leche, agua, etc.). Las tiendas se colocaron alrededor del CAI, adonde llegó un gran número de víctimas de la catástrofe. La mayoría estaban muy conmocionados: necesitaban sentarse y hablar. 

Había mucha gente: la gendarmería, la policía, un arquitecto de urgencia, Enedis para la electricidad, e incluso tractores despejando las carreteras. Afortunadamente, los gendarmes habían bloqueado las entradas al municipio, preservando la intimidad del grupo.  

El Ayuntamiento se ofrece a encargar las comidas. Desayuno, comida y cena. Se instaló una gran carpa de 50 m², con mesas y sillas. 

6 horas después del paso del tornado, se habían conseguido muchas cosas: 

• Creación de la «plaza del pueblo»: un lugar donde vivir en medio del desastre, las casas destruidas y los árboles arrancados

• El CAI se convirtió en la cafetería y el restaurante del pueblo. 

• Instalación del vestuario para adultos y de la tienda de prêt-à-porter;

• Instalación de una tienda para niños y de una guardería y juguetería;
• Instalación de la ayuda alimentaria y la tienda de comestibles del pueblo

«Todavía hay dos tiendas en el camión, se han instalado y servirán para rellenar los formularios con los residentes», explicaba una voluntaria in situ. Los proveedores de servicios y las asociaciones presentes se instalaron con un café para hacer balance de la situación entre ellos y con los residentes.

Había tanta gente allí todo el día que el lugar se convirtió en un verdadero espacio de vida llamado «el pueblo de la solidaridad». Era un lugar lleno de emociones: “lloramos cuando oímos las noticias de las compañías de seguros o de los arquitectos de emergencias, pero reímos y nos alegramos cuando oímos las buenas noticias de las víctimas de la catástrofe”.

 

Un día típico

• 7h00 – desayuno: se sirve café, té o chocolate caliente
• 12.00 h – almuerzo: 350 comidas calientes servidas y 50 sándwiches distribuidos de media
• 18.30 h – cena: 230 comidas servidas de media, exclusivamente para las víctimas de la catástrofe
• La aldea cierra a las 21.00 horas

Participación de voluntarios

Sesenta voluntarios se movilizaban las 24 horas del día.

Todas las mañanas, un camión pasaba por una panadería de un municipio vecino para recoger bollería y pan para el desayuno. Restos du Coeur abastecían la tienda de comestibles del “pueblo solidario”, y Emmaüs abrió un almacén a 5 km para guardar los muebles donados.

Por la tarde, se organizaba una campaña puerta a puerta para distribuir dulces, café y pasteles. Esta acción es también un medio eficaz para conocer el estado psicológico de los habitantes y de los niños. Por la noche, se organizaba una reunión con France Victime para informarles de los residentes con graves dificultades psicológicas.a

Se movilizaron voluntarios de emergencia y primeros auxilios para retirar los escombros y limpiar las casas. 

El miércoles fue el día de los niños y se hicieron figuras de globos hinchables, algodón de azúcar y canciones. El domingo se organizó una merienda solidaria para todos los residentes (afectados y no afectados).

 

Tres semanas después de su llegada, la Cruz Roja de Pas-de-Calais anunció su marcha. Se creó «Cruz Roja sobre ruedas» y un número de teléfono único para hacer pedidos.

Se organizan tres visitas a las 10h, 14h y 19h durante quince días; las necesidades son alimentos y ropa, incluidos pañales para bebés.

Luego hubo dos visitas durante una tercera semana. Esta última semana tiene menos necesidades materiales. Por último, hubo una semana en la que la Cruz Roja no recibió más solicitudes. Entonces se realojó a todo el mundo y finalizó el programa.