El Grupo Magtel, una empresa tecnológica que aplica las soluciones más innovadoras al diseño, construcción y mantenimiento de proyectos e infraestructuras en los diferentes sectores, se ha encargado de instalar nuevas luminarias de tecnología LED en la Ciudad de Fuengirola, Málaga.

El ayuntamiento de Fuengirola ha puesto en marcha un nuevo proyecto para reactivar la ciudad malagueña, consiguiendo, al mismo tiempo, hacerla más sostenible. El proyecto se conoce como Fuengirola+Ciudad y se enmarca dentro del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020. Tiene como fin incrementar la eficiencia energética, consiguiendo así disminuir el coste económico de la factura municipal, a la misma vez que se aumenta la seguridad vial, al mejorar la visibilidad de la calzada. Se pretendía la renovación de 16 calles de la ciudad y la adecuación de 23 centros de mandos. El proyecto cuenta con la financiación del 80% por parte de la Unión Europea y el 20% por parte del Ayuntamiento de Fuengirola.

El proyecto de eficiencia energética se ha realizado sobre 1.049 puntos de luz. Esto ha supuesto no solo la instalación, sino la adecuación de los 23 centros de mandos correspondientes. Además, en la carretera de Mijas se modificaron las actuales farolas por otras que fuesen capaces de soportar dicha tecnología. Las actuaciones que el Grupo Magtel desempeñó en Fuengirola supusieron la instalación de sistemas de tele gestión punto a punto por sistema de comunicación por radiofrecuencia conforme al estándar WiSun. Esta técnica permite controlar de manera remota la lectura del consumo eléctrico y la realización de operaciones, detectar con mayor rapidez cualquier incidencia, y una mejor información sobre el consumo de energía, lo que favorecerá el consiguiente ahorro y la eficiencia. Además, se podrá modificar la intensidad de la iluminación en función del horario.

Estos trabajos van a evitar la emisión de 473,55 toneladas de CO2 al año gracias a la menor necesidad de producción de energía. Estas actuaciones permitirán a Fuengirola reducir el consumo energético, provocando una mejora de la eficiencia de las instalaciones de alumbrado a través de la regulación de los niveles máximos de iluminación. Además, se buscaba mejorar el grado de confort visual del usuario final, el ciudadano, incrementando la seguridad vial y reduciendo la luz intrusa y la contaminación lumínica.